Terapia psicológica: lo que es, lo que no es y lo que muchos aún creen que es

Pongamos las cartas sobre la mesa

¿Cuántas veces has pensado en ir a terapia, pero te frenó la vergüenza, el miedo o esa frase que sobrevuela en el aire como un fantasma: “eso es para loc@s”?

Si es así, no estás sol@. Este pensamiento, aunque cada vez menos frecuente, sigue pesando en muchas personas. Por eso, hoy queremos hablar sin filtros. Porque comprender qué es (y qué no es) la terapia puede ser el primer paso para permitirte ese espacio que tal vez estás necesitando.


2. Mitos frecuentes (sí, de esos que ya es hora de soltar)

“Ir a terapia es para gente débil”

No. Buscar ayuda no es debilidad, es un acto de valentía. Quien decide conocerse, cuestionarse y sanar, está haciendo un trabajo emocional profundo. La terapia no es refugio de fragilidad, sino terreno de fortaleza.

“El psicólogo te dice qué hacer”

Ojalá fuese tan fácil, ¿no? Pero no. En terapia no te dicen qué camino tomar, sino que te acompañan a descubrir el tuyo. Es más brújula que GPS.

“Es solo hablar de la infancia”

Sí, a veces exploramos la infancia. Pero no es un viaje eterno al pasado. El foco está en cómo lo que vivimos influye en nuestro presente, para vivirlo con más conciencia y menos carga.

“Si ya hablé con mi amiga, no necesito terapia”

Las amistades salvan, sí. Pero la terapia es otra cosa. Es un espacio confidencial, sostenido y especializado. Tu psicólogo no te dará consejos de sobremesa, sino herramientas adaptadas a tu historia.

“Con una sesión basta”

¿Te imaginás hacer ejercicio una vez y esperar tener abdominales marcados? Bueno, con la salud mental pasa lo mismo. La terapia es un proceso, no una receta exprés.


3. Entonces… ¿qué sí es la terapia?

La terapia psicológica es un proceso de autoconocimiento y transformación. Es un espacio seguro donde puedes pensar en voz alta, sin juicios, acompañado por un profesional formado para ayudarte a clarificar, resignificar y avanzar.

El psicólogo no tiene una varita mágica, pero sí tiene herramientas —como las que aporta la terapia cognitivo-conductual, la terapia breve o la terapia centrada en soluciones — para ayudarte a trabajar con tus pensamientos, emociones y conductas. La relación terapéutica es un vínculo de confianza donde, con tiempo y compromiso, puedes construir nuevas formas de estar con vos mismo y con el mundo.


4. ¿Y cómo sé si necesito una?

Quizás te sirva preguntarte:

  • ¿Siento que mis emociones me desbordan con frecuencia?
  • ¿Estoy atravesando una crisis que no sé cómo gestionar?
  • ¿Tengo pensamientos repetitivos que me generan malestar?
  • ¿Me siento desconectado de lo que antes me daba placer?
  • ¿Estoy postergando decisiones importantes por miedo o confusión?
  • ¿Quiero entenderme mejor?

Si algo de esto te resonó… tal vez no sea casualidad.


5. ¿Qué puedes esperar de una sesión (con nosotros)?

En Rutas Cognitivas creemos que la terapia empieza con una escucha genuina. La primera sesión es un encuentro: queremos conocerte, saber qué te trae y qué estás buscando. No juzgamos, no etiquetamos, no diagnosticamos a la ligera. Creamos un espacio donde el cuidado y la profesionalidad se encuentran.

No tienes que llegar sabiendo todo. A veces, sólo con tener preguntas alcanza.

A veces no se trata de tener todas las respuestas, sino de animarse a hacer la pregunta correcta.


6. Si sientes que llegó el momento de hablar…

Acá estamos.

Con cuidado.

Con respeto.

Y con un espacio solo para ti.

¿Te animas a reservar una sesión?

Te espero adentro

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